Blog dedicado a coleccionar esas joyitas publicitarias que con su barroca originalidad, nos engalanan cada día con titulares e imágenes sublimes que no sólo entretienen nuestras pupilas, sino que son una oda a la soledad neuronal y marcan un hito en la publicidad boricua.
En otras palabras: una colección de las charrerías más charras que nos hicieron cagar de risa.
Advertencia: no nos hacemos responsables del daño cerebral que la exposición a estas piezas puedan producir.
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